martes, 18 de mayo de 2010
Proyecto 3: " We got a ticket to ride..."
Tras los patrones de la sociedad y las experiencias de la vida comentadas, se me ocurre la idea de realizar una pequeña maqueta en la que pueda definir al mundo de alguna manera. Por lo tanto compongo una pieza con dos cubos y un globo terráqueo. Por un lado los dos cubos colocados en la parte superior e inferior de la esfera. Uno es blanco y el otro negro es evidente la alusión que pretendo hacer al bien y al mal con estos colores. Ambos están situados en los ejes de rotación del planeta ya que bien y mal forman parte de la rotación del mundo, no en un sentido físico pero sí metafórico. La forma de cubo no es casual, es una referencia al cubo de Rubick, al puzzle, a la unión y sincronización de las piezas y a la búsqueda a que todas encajen (en cierto modo como una búsqueda del sentido de la vida). El cubo fue diseñado como un simple juguete al que se le fueron añadiendo cubos, por lo tanto tiene millones de soluciones posibles. Un poco como las personas y el bien y el mal. Aunque muchos (por ejemplo la Iglesia) traten de definirlo como un juego fácil en el cual tienes dos caras de color, u optas por una u optas por otra, cierto es que no es así. Hay millones de soluciones y combinaciones entre ambos ejes, hay millones de piezas q encajan sin ser blancas o negras (grises como el globo) a las cuales sólo hay que buscarles su lugar, por las cuales el mundo no va a dejar de girar.
En segundo lugar comento el globo realizado en metal y con billetes del metro. Obvio es que el metal es una esfera haciendo referencia al mundo, pero los países están compuestos por billetes de metro haciendo referencia a los habitantes, como si cada uno fuésemos un billete, colocados a modo de piezas de puzzle que encajan y dan forma al territorio. La elección de este elemento es porque te da acceso a viajar por las entrañas de las ciudades. En definitiva es como si los conductos de los metros de las ciudades fuesen las venas y las arterias por donde nos movemos, como si fuésemos sus glóbulos rojos que transportamos el oxígeno para mantenerlo vivo. Ese acceso que da el billete también lo he querido transportar al sentido de permiso para ser ciudadano, para entrar en el circuito mundial, para en definitiva ser un ciudadano más. Así a pesar de que como hemos visto aun muchos países no reconocen los derechos de los homosexuales, muchos otros ya lo hacen y les han dado el billete para entrar formar parte del viaje. Aun quedan muchos billetes por vender pero parece que cada año se abre una nueva estación en alguna parte del mundo. Así esperemos que no sólo ella tenga un billete para montar (She´s got a ticket to ride, The Beatles), sino que lo tengamos todos.
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